En qué fijarte cuando vas a comprar un colchón: los trucos para acertar
Un buen colchón es sinónimo de salud. Aunque sea caro, si es de calidad y asegura un buen descanso, esto acaba repercutiendo en una buena salud. A la hora de comprar un colchón no hay que reparar en gastos. Es evidente que el precio es siempre un condicionante, un factor limitante, pero no debe ser el más importante.
En el mercado existe una amplia variedad de colchones, la oferta es amplísima, de modo que no es fácil elegir entre diferentes modelos. Para ayudar en esta tarea os mostramos algunos trucos para acertar al comprar un colchón.
Las claves de la elección
La Organización de Consumidores y Usuarios afirma que, en caso de descansar sobre la espalda, la mejor elección pasa por un colchón duro, firme. En cambio, si se descansa de lado, un colchón de menor firmeza es más aconsejable, porque el hombro puede hundirse más cómodamente. Si se es más robusto, se necesita un soporte firme, para no hundirse en exceso.
Las personas más delgadas, en cambio, es aconsejable que opten por un colchón más flexible, que se adapte mejor a su peso. Y las personas que se mueven en exceso, un colchón duro permite más giros, más movimientos.
Hay consejos también para personas más o menos calurosas así como para aquellos que sufren alergia al polvo o padecen de asma. No obstante, el aspecto más relevante es la capacidad de conservar la curvatura natural de la columna y que el colchón se adapte perfectamente al cuerpo y complexión de la persona.
Probar antes el colchón
Aunque parece algo de película, es importante. Probar el colchón antes de comprarlo es muy aconsejable, de modo que no hay que sentirse avergonzado por tumbarse sobre el colchón durante unos minutos en la tienda.
Otro factor importante al que no se presta atención suficiente es al somier, y es más relevante de lo que parece, pues es el elemento que mantiene la estructura del colchón. Los más utilizados son los de listones, elaborados a partir de madera, fibra de carbono o vidrio. Con respecto al somier, lo principal es que permita la ventilación y así no acumule humedad y hongos.
En el mercado encontramos colchones ortopédicos diseñados especialmente para personas que pasan mucho tiempo en la cama, con relleno de agua para personas que se mueven mucho o boca abajo; los futones o los colchones de lana clásicos.
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